Ecuador.
“El cáncer es la invasión de un grupo de células que ya no cumplen la función para la que estaban guiadas y solamente empiezan a dividirse y a replicarse de manera anómala. Adicionalmente, con el tiempo, estas células y esa división y multiplicación incontrolada puede hacer que emigre a otros sitios, lo que nosotros conocemos como metástasis”, dijo Kevin Caraguay, médico y docente de la UTN.
La quimioterapia y la radioterapia son dos tratamientos reconocidos por la comunidad médica y los más utilizados contra el cáncer. Aunque ambos buscan destruir las células cancerosas, funcionan de manera diferente y tienen distintos efectos en el cuerpo.
“Han traído buenos resultados en muchos de los casos, no tan buenos e inesperados en otros y más bien depende del tipo de cáncer, el momento en el que este sea diagnosticado”, agregó.
Mientras estas dos terapias tradicionales se enfocan en eliminar las células del cáncer, científicos coreanos investigan un fenómeno asombroso, en el que las células cancerosas pueden volver a convertirse en células normales, modificando su ADN.
“¿Cómo se hace esto? A través de vehículos que pueden ser virus o bacterias que van a inocular o a integrar una pequeña por región de ADN que lo que va a hacer es conferirles a ellos, las capacidad de que vuelva a replicarse de manera normal”, detalló.
Este avance tecnológico se enfocó en células de cáncer de colon, el segundo cáncer más letal del mundo y demostró que es posible modificar su comportamiento. Para ello, el líder del estudio, Wan Jun Cho, del departamento de bioingeniería y neurociencia del Instituto Kaest, utilizó modelos computacionales y técnicas de ingeniería genética.
“¿Cuáles son las ventajas? Se trabaja sobre un grupo específico de células, ayuda a suprimir genes que promueven la oncogénesis, el desarrollo del cáncer”, dijo.
Si bien este avance representa una esperanza en la lucha contra el cáncer, aún queda un largo camino por recorrer antes de que puedan aplicarse en tratamientos clínicos.
“Los avances en cuanto a cáncer han venido mostrando resultados alentadores, que es hasta dónde podemos llegar porque todavía no han sido aprobados para poder ser utilizados de manera general en la población, por lo que sacarlas al público es algo que todavía se ve un poco lejano. Hemos podido ver el resultado en el cáncer y en la modificación de ese grupo de células. Sin embargo, no conocemos si se alteran otras líneas celulares o si a futuro esas células que han sido reparadas puedan tener un daño adicional, un daño diferente o en su defecto, producir algo peor que el cáncer que tenía la persona”, detalló.
En las Américas el cáncer sigue teniendo una alta incidencia, solo superada por las enfermedades cardiovasculares. Con más investigaciones y pruebas, esta tecnología podría cambiar el enfoque de la oncología y ofrecer una alternativa más segura y efectiva para millones de pacientes en el mundo, pero por el momento, solo queda esperar.
Por: Viviana obando / UTN.
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