México.
Desde las civilizaciones antiguas, los humedales artificiales han sido una herramienta esencial para el cultivo. Fueron los aztecas quienes perfeccionaron esta técnica con las Chinampas, un sistema que no solo transformó la agricultura. También optimizó el tratamiento de aguas residuales y promovió la conservación de la biodiversidad local.
La ciencia moderna empezó a investigar estos sistemas con un nuevo enfoque más sustentable. Fue en 1990, cuando la Facultad de Química de la UNAM emprendió la creación de humedales artificiales, funcionando el concreto con la naturaleza.
“Este humedal artificial realiza las funciones de limpieza de orina para obtener agua, para riego y reuso en sanitarios. Asimismo aporta el componente vegetal, biodiversidad, estética y un entorno agradable. Más el aspecto educativo para la gente que visita, dado que estamos en una escuela de educación superior, y proporciona ejemplos de cómo limpiar el agua contaminada”, contó Víctor Luna, investigador.
El Shatto comienza su funcionamiento en los mingitorios y lavabos de los baños masculinos, donde un recipiente y una bomba se encargan de recoger el agua residual para dirigirla a tres humedales artificiales conectados en serie. Este sistema ecológico puede tratar entre 300 y 500 litros de agua al día.
“El agua pasa y va progresivamente degradándose por tratamiento anaerobio. Las plantas toman contaminantes, los microorganismos que aquí no se ven, van también transformando bacterias, protozoos, el contenido de estos contaminantes, hasta llegar a la etapa última en donde es desinfectada con metales pesados en contenidos traza, para que el agua quede útil, ya sea para regresar hacia los baños y limpiarlos o para regar”, subrayó Luna.
En su diseño destacan fórmulas químicas como la urea, el nitrógeno amoniacal y el amonio, moléculas presentes en las aguas residuales. Asimismo sus paredes presentan placas metálicas que simulan los movimientos que realizan los contaminantes para lograr el proceso de purificación.
“Parte de las tareas que se hacen con este sistema no es solamente la depuración, sino la parte de involucrar alumnos de estancia, servicios sociales, tesis, denistenciatura, maestría y doctorado, y no solamente de la facultad, sino de diversas áreas incluidas la parte de ingeniería química, QFBs, químicos de alimentos, y áreas externas, ingeniería civil, ingeniería de materiales, la parte de botánica, la parte arquitectónica, como lo vemos al final este sistema conjunta todo eso, hace las funciones de depuración, pero también cumple la parte estética, funcional”, concluyó Luna.
Por: TV UNAM.
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