Una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) demuestra la eficacia de las lentes esclerales en pacientes que experimentan molestias o dificultades visuales tras cirugía refractiva LASIK –una técnica láser que se emplea para corregir miopía, hipermetropía o astigmatismo– y que no pueden ser corregidas con gafas.
Las lentes esclerales son lentes de contacto de material rígido y permeable al gas, diseñadas para cubrir y proteger la córnea sin ningún toque sobre ella. Estas lentes tienen su apoyo sobre la esclera, generando una bóveda entre la lente y la córnea, la cual se rellena de líquido para su inserción.
Generalmente el líquido utilizado es solución salina sin conservantes. De esta manera crean un «reservorio» de líquido sobre la córnea, lo que las hace ideales para mejorar la calidad de visión de personas con irregularidades corneales como el queratocono, y los síntomas de personas que padecen ojo seco.
Más datos
El estudio, publicado en Healthcare, describe que la agudeza visual con este tipo de lentes de contacto especiales se mantiene durante un año. Los resultados son útiles para quienes buscan mejorar problemas visuales tras una cirugía LASIK fallida o que no cumplió con sus expectativas.
“Las lentes esclerales ofrecen una alternativa a otros tratamientos más invasivos. Para pacientes con ojos secos severos o córneas muy irregulares, estas lentes pueden ser una opción cómoda y eficaz que no solo mejora la visión, sino que pueden evitar la necesidad de futuras cirugías”, destaca María Serramito, investigadora del departamento de Optometría y Visión de la UCM y a cuya tesis pertenece este trabajo.
Sin embargo, añade Serramito, estas lentes provocan un leve aumento del grosor de la córnea, especialmente en zonas específicas superiores, por lo que se recomienda realizar revisiones optométricas periódicas para controlar la calidad de visión y la salud de la superficie ocular.
Lentes esclerales adaptadas
Para llevar a cabo el estudio, realizado en la Clínica Universitaria de Optometría de la UCM, se adaptaron las lentes esclerales a una veintena de pacientes con irregularidades corneales tras una cirugía LASIK.
Durante un año, se midieron la agudeza visual, así como la topografía y el espesor corneal en todas las visitas iniciales y tras un mes, seis y doce meses de uso de las lentes.
“El próximo reto sería ampliar la muestra a un número mayor de personas y explorar los efectos de estas lentes en otras condiciones oculares. Además, estudiar cómo cambian los resultados con un uso prolongado de varios años para evaluar la sostenibilidad de los efectos observados”, apunta Serramito.
Para maximizar los beneficios de estas lentes, concluyen los investigadores, sería interesante combinarlas con otros tratamientos como terapias farmacológicas o dispositivos de mejora de la hidratación ocular.
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