Argentina.

Un grupo de investigadores del Herbario BAL, ubicado en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, se dedica a caracterizar, evaluar y analizar los recursos fitogenéticos de la región, con el objetivo de contribuir al mejoramiento de cultivos de relevancia económica. Este trabajo busca revalorizar la flora nativa y naturalizada, destacando su potencial para mejorar la resiliencia de los cultivos frente a enfermedades y condiciones climáticas cambiantes.

El Herbario BAL forma parte de una red de más de 53 herbarios registrados en Argentina, integrándose a los miles que existen en el mundo. Este herbario posee una colección destacada de parientes silvestres de la papa, un cultivo de gran importancia en la región. Estas especies silvestres son estudiadas por sus características genéticas, como la resistencia a plagas o la adaptación al estrés ambiental. Además, se investigan otras especies como la “Marcela” (utilizada en aperitivos y bebidas) y diversas malezas, a las que los especialistas buscan dar un enfoque positivo, explorando sus posibles usos.

El trabajo comienza con salidas a campo para recolectar materiales y poblaciones naturales, que luego son estudiados en el laboratorio. Parte de estas muestras se cultivan en invernaderos, mientras que otras se secan y conservan como ejemplares de referencia en el herbario, asegurando su preservación para investigaciones futuras.

Los herbarios no solo almacenan el presente, sino que también conectan con el pasado. En algunos casos, como en otros herbarios del país, se conservan ejemplares recolectados por figuras históricas como Charles Darwin. Estas colecciones biológicas, formadas por plantas secas, son esenciales para la posteridad, preservando el conocimiento y los recursos naturales para futuras generaciones.

Por: UNDMP.